ANOTACIONES
PARA EL 14 DE OCTUBRE, 2012
20. El derecho de nuestros
nietos para estudiar la poesía y las bellas artes comienza con nuestra
obligación de estudiar las artes de guerra y seguir el camino de la sabiduría:
“I must study politics and war that my sons may have
liberty to study mathematics and philosophy. My sons ought to study mathematics
and philosophy, geography, natural history, naval architecture, navigation,
commerce, and agriculture, in order to give their children a right to study
painting, poetry, music, architecture, statuary, tapestry, and porcelain.”
- John Adams US
President and Founding Father (1735 - 1826)
Traducción:
"Debo
estudiar la política y la guerra para que mis hijos puedan tener la libertad de
estudiar matemáticas y filosofía. Mis hijos deberían estudiar matemáticas y
filosofía, geografía, historia natural, arquitectura naval, la navegación, el
comercio y la agricultura, con el fin de dar a sus hijos el derecho de estudiar
la pintura, la poesía, la música, la arquitectura, estatuas, tapices y
porcelana. "
-
John Adams EE.UU. Presidente y Padre de la Patria (1735 - 1826)
21. “Inexplicablemente, encuentro que mi análisis de usted es un reflejo
directo de su reacción a mis enseñanzas:”
Diálogo
Uno:
NEGATIVISTA
DESAFIANTE TÍPICO:
¡¡¡No estoy de acuerdo contigo Shodai!!!
SHODAI: ¿Pero me ha leído o escuchado detenidamente?
NEGATIVISTA
DESAFIANTE TÍPICO:
¡Claro que no! ¡Ni tampoco lo haré!
SHODAI: ¿Pero por qué no?
NEGATIVISTA
DESAFIANTE TÍPICO:
¡Puesto que no estoy de acuerdo contigo!
SHODAI: {*Suspiro profundo*} Inexplicablemente, encuentro que mi análisis
de usted es un reflejo directo de su reacción a mis enseñanzas. Saludos.
Diálogo Dos:
NEGATIVISTA
DESAFIANTE TIPO “SOFISTICADO”: (En respuesta a
“LO QUE HAY QUE HACER” – lo cual evidentemente no leyó.): “Mucha demagogia y
poco análisis y reflexión para mi gusto... Dado que términos como "el
pueblo" o "democracia" me resultan tan abstractos como hablar de
Dios o del amor, sumándole que los DDHH y la justicia social están en mi escala
de valores muy por encima de mi nacionalismo, intento pensar mi realidad de una
manera distinta, y no repetir lo que las élites burguesas nos han dicho desde
hace 2 siglos: Felicidades por el esfuerzo, pero para mí es como hacer física
newtoniana en el siglo XXI...”
SHODAI: {*Suspiro profundo…*} “¡Te felicito joven! ¡Fíjate, después de más
años estudiando y enseñando en universidades de primer mundo que quizás tú
lleves de vida y no he logrado tu nivel de perspicacia ilustrada!
Lamentablemente, si sabes de física, sabrás que la física newtoniana sigue
aplicando para la inmensa mayoría de las circunstancias en las que nos
encontramos. Es decir, al menos que seas una partícula subatómica, o estés
acelerado a la velocidad de la luz, las (excelentes) aproximaciones de Newton
siguen siendo aquellas en las que nos basamos para impulsar nuestros
automóviles, construir rascacielos, e interactuar con el mundo cotidiano y
material. Más lamentable todavía es que la inmensa mayoría del pueblo
iberoamericano no sabe ni de álgebra, mucho menos de cálculo diferencial,
integral que se precisa para entender y aplicar hasta la física – según tú
pasada de moda – de Newton. Ese es el problema. Sobra ignorancia, y ante todo
sobra soberbia. ¡Felicidades por TU esfuerzo!”
SHODAI: {“Inexplicablemente, encuentro que mi análisis de usted es un reflejo
directo de su reacción a mis enseñanzas.”}
22. Liberarse de la
ignorancia no consiste en saberlo "todo" - nadie lo sabe
"todo", sino en la posición que adoptamos de la búsqueda y de la
aplicación del conocimiento. La más grande esclavitud de la ignorancia consiste
en la ignorancia DELIBERADA del que 1) no QUIERE saber y/o 2) NO LE IMPORTA
seguir sin saber. ¡ESO es ser un VERDADERO esclavo de la ignorancia!
23. El académico en su
torre de marfil no entiende que su conocimiento no vale nada si no está al
servicio de su pueblo. Ese es el deber de todo erudito: armar al pueblo con su
conocimiento para que pueda liberarse de los que le someterían mediante su
ignorancia. El verdadero erudito, el sabio-guerrero, está en las trincheras, en
la primera línea en la defensa de su pueblo contra si misma, es decir, contra
su propia ignorancia.
24. “Lo ‘sagrado’”:
Hay gente que “cruza sable de pluma”
conmigo y pues… le buscaron tres pies y se encontraron el Tigre. Ya lo he
dicho: el peor terrorismo para el pueblo es la ignorancia y yo no negocio con
terroristas. Me creen soberbio o engreído, y mucho peor. Lo que no saben esas
personas es que estoy muy consciente de que tuve una crianza muy selecta y
exclusiva. Lo que esas personas no saben es que conozco el hambre porque lo he
pasado; conozco la frustración, la alienación, la desesperación y la
indignación porque las he sentido. Conozco el deprecio ajeno porque lo he
recibido. No soy un extraño a la violencia. Mientras que en las calles me crie
tras las líneas enemigas del odio y desprecio racista, o entre pandilleros y
narcotraficantes, mi formación educacional en casa fue de lo más exigente
imaginable. En todo momento se me recordó una cosa: si no hubiera por los
privilegios concedidos, sobre todo como resultado de los sacrificios de mi
padre, yo hubiera sido una ignorante victima más del gueto o del barrio.
Y a pesar de todas las
ventajas intelectuales imaginables casi, casi acabé arruinando mi vida a los
quince años por privar a otro de la suya – un ex-paracaidista vuelto
narcotraficante que le buscó tres pies al gato y pues… nunca he negociado con
terroristas. Se me enseñó nunca a empezar una bronca, pero una vez que le
quitaban el seguro a la granada… pedazos por todas partes. Tengo que añadir dos
cosas, que si no empapelé la banqueta con los sesos de ese imbécil no fue por
cuenta propia, sino por intervención de mi mejor amigo y “compañero de fugas”.
Creo que por estas fechas estaría yo saliendo de la cárcel de no ser por él.
Fue entonces que me retiré de las calles “oficialmente”. Lo otro que tengo que admitir es que la
violencia – y todo lo que me había engendrado – me había cobrado tanto que no
me hubiera importado en lo más mínimo haberle mandado al “otro mundo” – eso es
lo que pasa, acabas perdiendo algo de tu humanidad.
A mi casi que
cancelaron el “boleto” una docena de veces desde los cuatro años cuando unos
racistas blancos me tiraron del tejado de un incinerador – solo porque “querían
ver a un negro volar”. A los doce tuve un precio a mi cabeza por ubicar al
hermanito del jefe de una pandilla local. Pero ese día, el de la pelea con el
ex-paraca, cuando perdí la vista en el ojo izquierdo durante media hora, me di
cuenta de que nunca llegaría a cumplir los 18 si no me apartaba de las calles.
Me enterré en el dojo.
Nunca he olvidado mis
raíces; sé quien soy, sé de donde vengo y sé a donde voy. Cuando trabajé como
psicólogo residente con pandilleras adolescentes al “otro lado” inmediatamente
me preguntaron las chicas que si era policía o ex-pandillero. Dicen que hay una
dureza que llevas en la mirada cuando has visto más de lo “debido”. ¿Mi
respuesta? “No soy policía.” Con el tiempo y la confianza mis pacientes – Chula
Vista, Lincoln, Crips, Bloods, Mexican Mafia, Barrio Logan, de todo – llegaron a conocer mis historias y yo las
suyas. Así es como correría la voz de que yo era “Old
School OG” – un “gánster original” de la “vieja escuela”, es decir, antes
de las metralletas, cuando había que tenerlos “blindados” y poder respaldarte
sin balas – mano a mano, o cadena, nunchaku o navaja.
Cuando se enteraron en
el correccional juvenil que yo había escogido trabajar me preguntaron que por
qué puesto que nadie quería trabajar con ellas. Simple: “Porque gracias a cómo
me formaron – y a un poco de suerte – no estoy donde estáis vosotras, y porque
si ponéis atención a lo que os digo os puedo encaminar para que nunca más
volváis.”
Sé muy bien, demasiado
bien las fuerzas históricas y sociales que les llevaron a donde acabaron, las
vidas que han pasado, y las que les espera. Cuando veo a un negro, a un
indígena, o a un hispano – español, mexicano, puertorriqueño, me da igual – en
ese hoyo negro de la miseria y de su ignorancia, veo a mi gente, veo a los que
se quedaron atrás porque no tuvieron la misma suerte que yo, me veo a mi mismo,
y veo dónde y cómo podría haber acabado.
Cuando veo a niños que
no tienen lo suficiente para comer, ni mucho menos las oportunidades para
llegar a descubrir su potencial…sé que podrían ser mis hijos o mis nietos. ¿Por
qué estoy aquí? Eso no tiene ciencia, solo tiene humanidad. Nada humano me es
ajeno. No me habléis de Dios, ni de dioses ni de santos ni de demonios. No tengo
paciencia para estupideces. Habladme de seres humanos, de compromiso, de
esfuerzo, de deber. Pero porque no crea en Dios no significa que no haya nada
que considere “sagrado”. ¿Sabéis lo que es lo sagrado para mí? Lo “sagrado” es
un padre o una madre poder mirar a su bebé y saber que va a poder llegar a ser
lo que quiera de acuerdo a sus esfuerzos y habilidades. Lo “sagrado” es tener a
un hijo enfermo y no preguntarte si va a morir porque el seguro médico no lo
cubre o es demasiado deficiente. Lo “sagrado” es saber quién eres, de dónde
vienes, a dónde vas, y que vales más que “para ser bestia de carga” o para
“vivir arrodillado” porque alguien con el conocimiento y el interés de lo ha
enseñado. Eso para mi es lo “sagrado”. Lo “sagrado” es la vida, toda la vida
del planeta no solamente la humana; lo “sagrado” es el aire que respiramos; lo
“sagrado” es la tierra que pisamos y que nos da de comer; lo “sagrado” es el
agua que bebemos.
Sé lo que se precisa.
Sé lo que lo que toca. Sé LO QUE HAY QUE HACER – y lo hago. Eso para mi es lo
“sagrado”.
¡Buenas noches a todos!
He Dicho. Así Es. Y Así Será.