LA BITÁCORA DE SHODAI: El TAO DEL SENNIN DE MAMBA-RYU Volumen 4 “Los Dragones Guardianes”

Los dragones guardianes de nuestra sociedad

“Es durante las grandes crisis cuando los hombres demuestran su verdadero metal. Muchos, demasiados, ante las primeras amenazas de tormenta se desentienden del mundo y se escabullen como viles alimañas a la oscuridad de sus madrigueras y escondrijos. Otros, los legionarios del cambio, esperan atentos al llamado de generales y profetas que los guíen e inspiren en la misión redentora. Y aún otros, enfrentados con la tempestad que amenaza nuestra destrucción, impulsados por el fuego de una gran pasión por la rectitud y el amor al prójimo, extienden sus alas contra el vendaval y se comprometen, hasta con su último aliento, a nuestra protección. Éstos han sido, y siempre serán, los dragones guardianes de nuestra sociedad.”



Shodai J. Alejandro Overton-Guerra

lunes, 8 de octubre de 2012

ANOTACIONES PARA EL 8 DE OCTUBRE, 2012


ANOTACIONES PARA EL 8 DE OCTUBRE, 2012

14. Hay que rebelarse en el presente con visión e inteligencia si queremos cambiar el futuro para que deje de repetirse la pesadilla del pasado.

15. La ignorancia es el terrorismo del  intelecto… y yo no negocio con terroristas.

16. Cuando estás ahogándote a dos metros bajo el agua de nada sirve la “moderación”, o el  “paso a paso”; de nada sirven las medias medidas, que te suban un 1 m, o 1.5 m, o incluso un 1.95 m – si no cumples con lo que se precisa, los dos metros, te ahogarás igual estando a 5 cm bajo la superficie que a 1 m. ¡Nos estamos ahogando! Hay que conocer el pasado – y aquí nadie tiene ni IDEA de la verdadera historia – pero hay que dejar de buscar excusas en ese pasado para no tomar responsabilidad total en el presente para forjar nuestro propio futuro.

17. Hemos entrado en una nueva era, en una etapa de la historia caracterizada por una tremenda crisis, por el caos, la inseguridad, y la turbulencia. El paradigma cultural – es decir, nuestra colección de esquemas sociales, psicológicos, familiares, religiosos, educacionales, políticos, y económicos, etc. –  que hemos heredado del pasado no solamente es obsoleto y es responsable por la inestabilidad del presente, sino que además es un imponderable lastre que impide nuestro progreso hacia un deseado futuro. Ante esta élite comprometida al cambio, al “Cumplir o Morir” y “Cumplir Hasta Morir”, la pregunta que me hago con frecuencia es la siguiente: “¿Cómo les preparo e inspiro a dar lo máximo de sí, sabiendo como sé que nada menos que la grandeza es aceptable?” Y en el momento siguiente retumba en mi consciencia el eco de la inexorable respuesta: “Con el propio ejemplo.”

16. Si su hijo estuviera ahogándose en el océano, ¿seguiría perdiendo su tiempo con las mismas inanidades que refleja en su muro, o se lanzaría a rescatarlo con toda urgencia?  Si su hija estuviera atrapada en una casa ardiente,  ¿continuaría con el mismo relajo con el que malgasta el mayor recurso a su disposición para su superación personal – su tiempo libre – o se entregaría, sin reservas ni demoras a su rescate? El presente de nuestros hijos está siendo arrasado por la apocalíptica  llamarada de la ignorancia de nuestro pasado, y el futuro se está ahogando bajo el tsunami de la apatía de nuestro presente. El futuro se distinguirá del pasado y del presente en la misma medida que ustedes aprovechan su tiempo libre para mejorarse a sí mismos. El destino, como la espada bajo el martillo diestro del herrero, pertenece a aquel que se compromete, con visión, inteligencia y esfuerzo, a forjarlo.

17. La evidencia más obvia, más irrefutable, más palpable de un sistema educacional fracasado es la falta del hábito de la lectura en la sociedad. Muéstrame una sociedad sin el hábito de la lectura y te mostraré un pueblo ignorante, apático y soberbio, cuyo pasado, presente y futuro está controlado por sus apetitos, dictaminado por sus placeres, regido por la corrupción y la impunidad, e impuesto por otro pueblo más erudito, más industrioso, y más dotado a valorar el poder que otorga el cultivo y la transmisión de conocimiento que la lectura ofrece. El cultivo del conocimiento es lo que nos distingue de las bestias – sin el hábito de la cultura nos condenamos a ser tratados como tales.


He Dicho. Así Es. Y Así Será.

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